El entrenador de Boca dijo que "ahora el problema lo tienen los dirigentes" y destacó que Román "es un conductor nato, muy difícil de encontrar"; confirmó a Matías Giménez y Damían Escudero para enfrentar a Godoy Cruz
El entrenador xeneize Claudio Borghi no esquivó el tema que divide a Boca: la continuidad de Juan Román Riquelme. "Es casi imposible mantenerse al margen del tema Riquelme en este momento, pero no depende de mi y cuando las cosas no dependen de mi no tengo explicaciones", dijo y agregó que "acá es un problema para los dirigentes, si el técnico dice que lo quiere, porque el técnico y la gente quieren a Román".
En la conferencia de prensa que brindó en las instalaciones del club, Borghi expresó que "el domingo no hay excusas", de cara al choque ante Godoy Cruz, en Mendoza, para el cual confirmó a Matías Giménez y Damían Escudero. Además, le pidió a un periodista que "bajen la manija que le están haciendo a Cañete, porque tengo miedo que le hagan mal. Si para Escudero, que es más grande, le es complicado entrar por Riquelme, imagínense a Cañete".
Su trabajo. "En Argentinos hice el mismo trabajo que en Colo Colo o Independiente. Y haré lo mismo en en Boca. Pasa que acá el que sale campeón es vivo y los demás son todos tontos", dijo. "Aprendo mucho de Sabella, Russo y Gallego", añadió.
La comparación con Riquelme. "Es mucho más hábil de lo que era yo. Yo era rápido, hasta que engordé y tuve que patear mejor. Riquelme es un conductor nato, yo no lo era", expresó.
Fuente: Canchallena