
El día anterior a venirme a Australia fui a un restaurant y comí gratis. Ahí pensé: esto es Boca, je. El otro día estaba en el aeropuerto de Sydney esperando la conexión y se me acercó un tipo y me avisó: ‘Mirá que esto es Boca, eh’. ¡En Sydney! No lo podía creer”.
Y ahora ya estás acá, Matías Nicolás Caruzzo. Estás acá, parado en la Collins y la King Street, charlando con Olé , compartiendo noticias de Argentinos Juniors en tu Blackberry, recordando el pasado reciente y deseando el futuro. Ya llegaste, Matías. Llegaste “al sueño cumplido”. Y sos parte del famoso Mundo Boca.
Caruzzo es varios en uno. Es el pibe que sufrió las Inferiores a la sombra de Walter García y Nico Pareja, el que estuvo a punto de quedar libre en Cuarta, el que esperaba paradito arriba de la autopista que un compañero lo pasara a buscar rumbo al entrenamiento, el que debutó en Primera una tarde-noche en Jujuy, el que se hizo líder y dueño del equipo a los 23 años, el que salió campeón como capitán y el que ya tiene otro anhelo: “Si me toca conseguir algo importante con Boca, podría ser bicampeón en un año y con distinto club. Todos arrancamos con la ilusión de ser campeones. Pero es un tramo largo el que hay que recorrer. Yo vengo de lograrlo y me encantaría repetirlo. Sería el mejor año de mi vida”.
-Llegás a un club en el que la obligación es salir campeón...
-Sí. Esta camiseta obliga. Y esperemos que se le pueda dar a la gente lo que quiere. Es un club que te vaya como te vaya, llenan la cancha, alientan... Y eso hay que saber valorarlo.
-Borghi dijo que “Caruzzo es mejor persona que jugador”...
-Me cae bien que tenga esa consideración mía. Es muy lindo y lo agradezco. Yo tengo un pensamiento igual con respecto a ellos, una relación excelente. Lo mejor que pudo haber hecho Boca es contratar gente como la que tiene este cuerpo técnico.
-Insistieron mucho para que llegaras.
-La verdad es que se hizo todo muy largo. Cuando me enteré de la posibilidad de Boca, quería conseguirla. Y ahora estoy disfrutando, conociendo a mis compañeros y acomodándome al club.
-¿Cuánto de esto se lo debés al Bichi? -Ahora que llegué, estoy muy agradecido. Pero si no hubiese venido, igualmente hubiese estado muy reconfortado por el esfuerzo que hicieron. Estoy muy feliz con este desafío.
-¿Tenés que darle la mitad del sueldo? -Sí, la verdad que sí, je. Ahora toda esa fuerza que él hizo recae sobre mí. Tengo que responderle y no lo quiero defraudar.
-¿Por qué los jugadores tienen ese afecto por Borghi? -Mirá, desde que llegué los chicos me preguntan cómo es el Bichi. Y les digo que tal como lo ven en la televisión, es así en la vida. Muy simple. Te brinda una tranquilidad absoluta y ahora hay que saber disfrutarlo.
-Vos venís de ser líder de un plantel y dueño de un equipo, ahora no vas a poder tener semejante protagonismo...
-A ver... Estuve 16 años en Argentinos. Sabía que iba a ser muy difícil irme. Todo llega a su debido momento. Vengo de ser capitán y hoy me toca llegar a Boca, me tengo que acomodar y ocupar el lugar que me toque. Quiero trabajar para el bien del grupo.
-¿Qué te dice la gente en la calle?
-Hinchas de Boca encontrás en todos lados. No es lo mismo salir a la calle hoy que antes, es lógico. Todo repercute más. Encontré un fanatismo impresionante en el hincha de Boca.
-¿Soñás con el “Caruuuzzo, Caruuuzzo”? -Ehh, todavía no, recién llego, je. Eso hay que ganárselo de a poco adentro de la cancha.
-La historia de Boca es huevo, huevo, huevo...
-Sí, lo sé. Y obviamente que cuando la gente pida eso, lo van a tener.
-Y también se dice que el defensor de Boca debe ser feo y pegar patadas.
-Sí. Lo sabía. Intentaremos ser un poco de todo.
-En tu familia están contentos por esta transferencia, ¿no? -Sí, claro. Mis hermanos (Gastón y Pablo) son enfermos de Boca. Son socios, van a la tribuna que está abajo de la 12. Son tan enfermos que no me venían a ver a mí a Argentinos y se iban a ver a Boca, je.
-¿Qué te decían durante las negociaciones? -Estaban enloquecidos. Ahora voy a poder jugar para ellos y cumplirles el sueño de que me alienten desde la tribuna de Boca. Igual, ya me dijeron que al primero que van a putear es a mí, je. Ellos están muy contentos con este paso tan grande que estoy dando. Y yo estoy chocho.
Fuente: Olé